Con el post de esta semana os invito a emprender conmigo un recorrido a través de Los Yoga Sutras de Patañjali; uno de los tratados mas importantes del yoga clásico que la mayoría de escuelas reconocen como fuente de referencia. Bajo la guía de este texto de la sabiduría universal, nos acercamos mucho mas al sentido de la sádhana que cultivamos con la práctica de Yoga, para adentrarnos poco a poco en la Senda del Raja Yoga o Yoga Real. Fue escrito en el siglo II en lengua sánscrita y en sus concisos sutras queda sistematizado el Ashtanga Yoga o Yoga de los 8 miembros.
Hoy vamos a empezar con los Yamas, o códigos de la ética universal que nos permiten construir los cimientos y la integridad moral para transitar por esta vía de transformación completa que nos propone Patañjali en sus Yoga Sutras.
Los sabios de la antigüedad que experimentaron la visión del alma, descubrieron la semilla de ésta en el Yoga. Dicha semilla presenta ocho segmentos, los cuales, a medida que crece el Árbol del Yoga dan origen a los ocho miembros del yoga.
BKS Iyengar
La Luz del Yoga
Los Yamas: la Raíz del Árbol del Yoga
La raíz del árbol es Yama, el primer miembro del Yoga, del que vamos ha hablar hoy. Para que nuestra sádhana se construya con unas raíces bien fuertes, cultivamos cinco principios que con los que vamos a crear armonía en nuestro entorno mas cercano, poniendo un granito de arena para traer paz a nuestra vida.
Los Yamas son grandes valores de la ética universal, herramientas que nos propulsan mas allá de nosotros mismos para abrirnos a la realidad de los demás, en la convivencia de las relaciones sociales. Los Yamas son la base de nuestro camino espiritual; desarrollándolos crecemos en en nuestro compromiso de crear un mundo mejor.
Los Yamas son cinco y se suelen traducir como abstenciones. A medida que los observamos, van a crecer en el yogi ciertas virtudes que allanan el largo camino que hacia el Samadhi (la experiencia de unión) haciéndole entrar en la corriente de la serenidad.
Ahimsa: no violencia
Ahimsa, siendo el primero de los Yamas, nos sitúa al inicio de un camino en el que se hace imperativo tomar conciencia de cuál es la raíz de la violencia y de nuestros propios impulsos destructivos y autodestructivos. Ahimsa implica abstenerse de matar o generar sufrimiento a los demás, y al cultivarlo despertamos una virtud intrínseca: la bondad y el amor hacia todas las formas de vida.
El yogi considera que toda criatura tiene tanto derecho a la vida como él mismo. Ahimsa se asienta en el respeto y consideración por el otro y quien cultiva de verdad este principio se compromete a proteger la vida, a defender al inocente, y a quien está en apuros o en una situación peor que la nuestra. Con Ahimsa nos disponemos a facilitar la reconciliación allá donde haya discordia y llevamos un poco de nuestra paz a a aquellos con los que convivimos.
Ahimsa es el principio que rigió la vida y la labor de Gandhi y nos enseña que toda violencia surge del temor, de la ignorancia, de la agitación. Reconociendo e integrando los aspectos mas oscuros de nosotros mismos, seremos capaces de cultivar este principio y nuestras mentes encontrarán mucha paz. Al crecer Ahimsa alejamos de nosotros la hostilidad poniendo armonía en nuestro mundo para que esta irradie a nuestro alrededor.
Satya: veracidad
Satya viene de la palabra sat, que significa ser. Este principio nos enseña ser auténticos, a cultivar una comunicación adecuada, y controlar la verborrea para que nuestras palabras estén alineadas directamente con la verdad de nuestro ser.
Satya presupone una perfecta veracidad de pensamiento, palabra y hecho. Si la mente tiene pensamientos de verdad, si la lengua expresa palabras de verdad, y si la vida entera está basada en la verdad, entonces uno se halla dispuesto para alcanzar la Unión con el Infinito.
BKS Iyengar
La Luz del Yoga
Los matices de Satya tienen que ver con aprender a decir la verdad con palabra justa y compasiva. Aprender a hablar en el momento adecuado y hacerlo sin aumentar el sufrimiento del otro. Implica el comunicar sin falsear la realidad de la experiencia, a la que a menudo le añadimos, le restamos o suprimimos algo en nuestra narración. Sabiendo que el habla es una poderosa herramienta de transmisión del conocimiento, satya nos enseña a controlar la lengua para ganar autocontrol, limpiando nuestra verborrea interna a través del silencio y la palabra veraz.
Asteya: no robar
Asteya comprende el abandono de la codicia y al cultivarnos en este principio desarrollamos la virtud de la honestidad. Este Yama nos enseña a desarrollar la capacidad de resistir al deseo de lo que no nos pertenece. La ausencia de codicia permite al Yogi protegerse de las grandes tentaciones. Las apetencias enturbian la corriente de la serenidad y el deseo de poseer o gozar de lo que otro posee conduce a una persona a cometer malas acciones.
Asteya nos plantea la importancia de no apropiarnos de lo que no nos pertenece. Porque, en este caso, lo importante no es tanto el objeto sustraído, como el hueco de inseguridad y de desconfianza que ese gesto genera.
Julián Peragón
La Síntesis del Yoga
Profundizar en Asteya nos devuelve a un estado de confianza básica ante la vida, saliendo de la insatisfacción y las carencias internas para reconocer y valorar todo lo que está a nuestro alcance. Este dominio de la codicia trae consigo otro tesoro, la de volverse una persona totalmente digna de confianza; el obtener la confianza de los demás que comparte con el Yogi hasta las cosas mas preciadas.
Brahmacharya: moderación
Brahamacharya, en el contexto de la práctica del yogi moderno, tiene que ver con cultivar la moderación de todos nuestros actos y de nuestras pasiones. Patañjali hace hincapié en la continencia de palabra y pensamiento, pues si no tenemos mesura, nuestra atención estará muy fragmentada, haciendo imposible la concentración que necesitamos para entrar en las moradas profundas del Raja Yoga.
Cuando el yogi se establece en Brahmacharya desarrolla un caudal de vitalidad y energía, obteniendo el vigor necesario para trabajar en su propia transformación personal. Cultivando este Yama aprendemos a dialogar con nuestros deseos e instintos, aprovechando todo su potencial para desarrollar los aspectos mas elevados de la conciencia. Nos invita explorar la energía sexual, aprendiendo a canalizar nuestra fuerza vital desde un plano mas consciente y amoroso.
Aparigraha: no acumular
Mediante la observación de Aparigraha, el yogi desarrolla la capacidad de permanecer satisfecho con lo que tiene, abandonando la avaricia y aprendiendo a aceptar sólo lo apropiado.
Este Yama nos enseña a cultivar la presencia viviendo con sencillez, soltándose del aferramiento y del afán de atesorar cosas, experiencias, viajes, negocios etc… La práctica se hará sin duda mas profunda, cuando en nuestra agenda y nuestro entorno se abra el espacio que nos permita estar centrados en la sádhana, y en la comprensión de lo que es verdaderamente esencial.
Al final se trata de ir ligeros de equipaje. La propia práctica espiritual requiere estar presente al cien por cien y no pendientes de los movimientos de la bolsa, de que nuestras ganancias no se conviertan en pérdidas.
La Síntesis del Yoga
Julián Peragón
Aparigraha nos ofrece la posibilidad de obtener la riqueza de espíritu en la práctica de la sencillez. Soltamos todo lo que no necesitamos para alinearnos con nuestro Ser, y reconocemos en la simplicidad de cada día, la fuente que verdaderamente sostiene nuestra vida. Así se obtiene la paz que nos lleva mas allá de nuestras ansiedades cotidianas.
Los Yoga Sutras para la vida
A lo largo de los siglos ha habido importantes comentaristas que han estudiado estos sabios Yoga Sutras que nos demuestran un profundo conocimiento de la mente y sus entresijos. A su vez los maestros contemporáneos han escrito libros basados en la obra de dichos comentaristas, y yo estoy consultando varias fuentes para realizar estos artículos. Hay muchas versiones pues del este texto pero aquí quiero destacar la de Desikachar, sencilla de entender y realmente directa. Seguiremos con este tema en nuestra sección de filosofía. Mi artículo Qué es el Yoga y cuáles son sus Sendas te puede aportar un pequeño esquema para entender el contexto de la práctica del Yoga que practicamos en la actualidad.
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